SAN MIGUEL DE ALLENDE.- Daniel Alvarado Ríos se tuvo que reconvertir para sobrevivir la pandemia.  A sus 23 años de edad, de un día otro se quedó sin el empleo de mesero que por 6 años conservó en uno de los hoteles más importantes de San Miguel de Allende: el hotel Rosewood.

Con la pandemia, el hotel que ha sido galardonado y premiado por la atención que le dan a sus clientes. Sin embargo la cadena hotelera sólo les da contratos de 3 meses a la mayoría de sus empleados, por lo que no hay forma de que consigan antigüedad.

Fue así que al terminar el último de sus contratos de 3 meses, lo despidieron y no volvieron a renovar su contrato. Dejando a Daniel y a sus demás compañeros sin empleo.

“Básicamente, en el hotel la mayoría de los empleados teníamos contratos de 3 meses. Cada 3 meses te daban de baja. Te daban 3, 4 días y te volvías a reincorporar a tus actividades. Cuando empezó esto del coronavirus se empezó a ver que no había gente en los centros de consumo y nos empezaron a dar más días de descanso”.

“Así pasaron 3 meses hasta que un día me llamó la licenciada de Recursos Humanos para decirme que pasara por mi liquidación”, recuerda. 

Al verse sin empleo tuvo que buscar la manera de sobrevivir porque lo que había sido su forma de vida desde los 17 años cambió por la contingencia del COVID-19. Sin saber qué hacer ya que en 6 años no había hecho otra cosa.

Comenzó a buscar trabajo en un contexto donde el desempleo crecía. Fue en La Comer donde andaban solicitando repartidores y en seguida le dieron el puesto. Encontró un lugar donde ahora trabaja 2 ó 3 días a la semana, con tiempo de sobra para otras actividades.

Este joven de la colonia San Antonio, optó además por conseguir otro trabajo en un despacho de abogados, y con tiempo suficiente, ahora estudia Licenciatura en Derecho en una escuela abierta.

“Es como un proceso de aceptación. Como que después de tantos años primero no lo asimilas, pero pasa el tiempo y te das cuenta que no se acaba el mundo, sino que se abre otro más interesante. Tengo mi familia y también cosas que pagar y no podía sentarme a llorar”.

“Hablo inglés, tengo capacitación en atención al cliente y ahora estoy estudiando Derecho. Entre repartir y el despacho ahí la llevo”.

Él es uno de las muchas personas que la pandemia de coronavirus dejó sin empleo y que tuvieron que buscar algo más para sobrevivir. Como Daniel, miles de personas han sido despedidas de sus trabajos. Tan solo del 13 de marzo al 6 de abril terminaron 346,000 empleos formales en el país, según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. En otros países, como Estados Unidos, el aumento de desempleo llegó a cifras récord, con una alza de 4 millones de personas sin trabajo a 14 millones, debido a la pandemia. Ha sido un golpe para un gran número de personas.

“Yo creo que las cosas pasan por algo, ¿no?, la verdad yo ya llevaba 6 años, creo que ya necesitaba un cambio en mi vida y han pasado cosas positivas. Actualmente estoy estudiando, se dio la oportunidad de también estar trabajando en un despacho”.

“Esta es una situación que nos está afectando a todos, no hay que tomarlo como personal, hay que aguantar más que nada y tratar de buscar algo, porque sí se puede. El chiste es no quedarte de brazos cruzados, sino salir a hacer algo, buscar algo para ti y tu familia”, puntualizó el joven.

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