Durante la Guerra de Reforma, el 10 de agosto de 1860, aconteció en Silao, Guanajuato, una batalla decisiva entre liberales y conservadores, que resultó en la victoria liberal y permitió su esparcimiento a otras zonas estratégicas como Celaya, Guanajuato y Querétaro.

Se enfrentaban 8,000 soldados del ejército liberal, comandados por los generales Jesus González Ortega e Ignacia Zaragoza, contra 3,200 tropas conservadores, al mando de Miguel Miramón. Hasta la batalla de Silao, Miramón y su ejército se habían mantenido invictos. Al romper el alba las tropas cargaron una contra la otra, después de tres horas de batalla, los conservadores fueron totalmente derrotados, Miramón apenas alcanzó librarse de su captura.

Del encuentro, se saben los recuentos de González Ortega y de Miramón al respecto. El primero comentó: “Después de un reñido combate en el que ha corrido con profusión las sangres mexicana, ha sido derrotado completamente D. Miguel Miramón por las fuerzas de mi mando, dejando en mi poder su inmenso tren de artillería, sus armas, sus municiones, las banderas de sus cuerpos y centenares de prisioneros, inclusos en éstos algunos generales y multitud de jefes y oficiales. El combate comenzó al romper el alba y concluyó a las ocho y nueve minutos de la mañana”.

Miramón, por su parte, declaró que: “la artillería liberal, servida por artilleros norteamericanos, había ganado la batalla”.

La victoria en Silao fue decisiva para el avance liberal en la Guerra, hasta la fecha es un acontecimiento muy celebrado en el municipio, incluso hay desfiles y monumentos para conmemorarla.

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