Dawn Wooten, una ex-enfermera de un centro ICE (Inmigración y Aduanas) en Georgia, Estados Unidos, reportó una serie de abusos médicos hacia migrantes detenidos, sobre todo mujeres.

A una mujer del centro de detención se le hizo una histerectomía sin su consentimiento, pues los médicos y oficiales le habían dicho que tenía un quiste en los ovarios, sin embargo, cuando la llevaron a operar, le dijeron que le removerían la matriz, algo de lo que ella no tenía idea. Después, se confirmó que esta migrante tenía COVID-19, por lo que la llevaron con otro doctor, que le dijo que tendrían que quitarle tejido de su útero.

Al final, la forzaron a tener una histerectomía que no necesitaba, la mujer reportó sentirse “como que algo no estaba bien”, y a pesar de intentar decírselo a los agentes, estos no la escuchaban.

Wooten reporta que no fue el único caso de histerectomía forzada a migrantes, y habló de que un gran número de mujeres detenidas se les lleva acabo el procedimiento. Incluso se les ha removido el ovario equivocado a mujeres. También reporta que estos tratamientos no siempre se llevan acabo con anestesia.

Aparte de las histerectomías, expuso las malas condiciones de los centros para evitar el contagio de COVID-19 entre migrantes.

La enfermera que dio a conocer el maltrato a los migrantes fue despedida sin justificación.

De probarse los casos de histerectomía forzada, se trataría de un delito de tortura, según la legislación de Derechos Humanos, la cual se viola totalmente en estos centros.

También te podría interesar: Estados Unidos extiende restricciones a México hasta el 21 de octubre