En una de las principales avenidas de la Ciudad de México, existe una construcción abandonada que guarda muchos misterios y es uno de los lugares más escalofriantes que puede haber en México, se trata del Hotel Posada del Sol.
Se trata de una construcción ubicada en la avenida Niños Héroes, de la Colonia Doctores, hecha por el arquitecto Fernando Saldaña Galván, quien imaginó su obra como una pieza arquitectónica destinada a convertirse en el hotel más bello de México, pues incluía decoraciones coloniales, barrocas y neoclásicas.
Abrió sus puertas en 1945, pero realmente no duró mucho abierto al público, por el contrario, en su interior comenzaron a gestarse historias que hoy ponen los pelos de punta a más de uno.
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Posada del Sol, entre el terror y el olvido
Las leyendas comienzan hasta tras la muerte del dueño, a ocho meses después de la apertura del Hotel Posada del Sol. Se dice que el mismo Saldaña Galván quedó tan endeudado por la construcción que se ahorcó dentro del hotel.
Quienes se han atrevido a entrar de noche, cuentan que han visto su espíritu pues se convirtió en el fiel guardián del hotel.
También se aparece el espíritu de una niña
Otra de las leyendas del lugar, dice que en los años 60, cuando ese edificio albergaba las oficinas del Instituto Nacional para el Desarrollo de la Comunidad y la Vivienda Rural, una niña pequeña se perdió de la guardería destinada a los empleados.
Tras muchos esfuerzos infructuosos por encontrar a la pequeña, su cadáver fue hallado en uno de los sótanos ocultos del edificio.
A partir de ese momento, el espíritu de la niña deambula por el edificio para sorprender a los pocos visitantes que se atreven a entrar al lugar.
Incluso, en una de las habitaciones hay un escalofriante altar dedicado a su memoria, que tiene un vestido de niña y donde personas que han entrado al Hotel Posada del Sol, han dejado algunos dulces.
Abandonado y peligroso
Al estar abandonado el hotel, no son pocas las personas que deciden a adentrarse en búsqueda de emociones fuertes, o hasta para la realización de rituales satánicos, pues en muchas de sus paredes aparecen decenas de pentagramas, repeticiones del número 33, vírgenes embarazadas y un alfabeto críptico que hace alusión al esoterismo.
Incluso hay quienes dicen que dentro del inmueble se han practicado ceremonias de los masones y no se descarta que el inmueble fuera utilizado para cometer asesinatos.
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