Se ganaba la vida como cargador, ‘diablero’ y ‘dealer’ (narcomenudista). Gracias al monitoreo llevado a cabo por personal del C2, en la Central de Abastos de la Ciudad de México, se detectó a una hombre que tenía un comportamiento atípico y estaba en posesión de sustancias ilegales.
Al corroborar que se dedicaba a distribuir pequeños paquetes de estupefacientes a otros comerciantes, se solicitó la intervención de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (CDMX), mientras que se mantenían en vigilancia los movimientos del individuo.
El ‘diablero’ fue interceptado en el mercado de la Central de Abastos por personal de la policía, quienes realizaron la inspección del sospechoso y se le halló en poder de las sustancias ilegales, se le detuvo y fue llevado a la agencia del ministerio público correspondiente, donde se le aseguró la droga y el dinero que poseía.