El cardenal Norberto Rivera se encuentras hospitalizado en la Ciudad de México. Se enfermó de Covid-19 y lo atienden en el hospital particular Mocel. Dicen que está en “graves condiciones de salud” al ser abandonado por la Arquidiócesis Primada de México y que no cuenta con los recursos financieros suficientes como para solventar los gastos.
De acuerdo a la ley, le corresponde recibir apoyo por parte de la arquidiócesis, pero tendrá que desembolsar de sus propios ahorros 80 mil pesos de su admisión hospitalaria, más el costo del tratamiento y los días de estancia en el centro médico particular, donde permanece desde el pasado 12 de enero.

Dicha información la da a conocer Guillermo Gazanini, un experto en temas religiosos, por medio del portal especializado Religión Digital, quien especifica que Rivera Carrera “tiene el derecho de recibir el sostenimiento” y “seguridad relativa a su salud” por parte de la Arquidiócesis Primada de México, misma de la que fue titular por 22 años de 1995 a 2017.
Por el momento, afirma Gazanini, el arzobispo primado de México, el cardenal Carlos Aguiar Retes, se negó a pagar los gastos médicos de Norberto Rivera Carrera y tampoco le brinda asistencia “espiritual”.
“Al parecer, nadie en el arzobispado es responsable del cuidado y atención espiritual del cardenal Rivera. La negligencia de Aguiar y el poco sentido común y de humanidad han impedido el nombramiento de un responsable directo por el actual primado para atender al paciente y ser contacto directo que dé noticias al día”, relata Gazanini.
Presionan a familiares de Norberto Rivera
Por su parte, el Hospital Mocel ya comienza a presionar a los familiares de Norberto Rivera para que salden la cuenta por los servicios médicos, debido a que desde que se internó, Aguiar Retes expresó que no respondería ante los gastos médicos de su antecesor.
“Los responsables del nosocomio ahora buscan a los familiares cercanos del arzobispo Rivera Carrera para que ellos absorban las cuentas que se acumulan y no serán pocas ante la situación de gravedad que debe enfrentar la familia del emérito”, señala el artículo de Religión Digital.