Según Datos del Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud Federal, en el estado de Guanajuato, los índices de desnutrición entre la población se han incrementado pues subieron un 43% más en comparación de los años 2020 y 2021.
Son casi 1 mil 900 personas que sufrieron este padecimiento y se reparten entre la desnutrición leve, moderada y severa.
La pobreza laboral se mantuvo en 37 por ciento al cierre del tercer trimestre del año pasado, de acuerdo al El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y esto es una causante del fenómeno de la desnutrición, pues las personas que se encuentran en pobreza por el porcentaje tan bajo en sueldos son las más proclives a padecer desnutrición ya que no les alcanza a cubrir en su dieta diaria los nutrientes necesarios.
El aumento salarial no es suficiente para cubrir las necesidades nutricionales de las personas de bajos recursos y es por ello que se ven en la necesidad de consumir los alimentos más baratos, que por lógica suelen ser los menos nutritivos pero que llenan el estómago.
Desnutrición desde temprana edad
Debido al incremento en la canasta básica y combustibles, las familias de escasos recursos tienen que recortar más gastos y entre ellos se encuentra la alimentación, pues al no poder comprar alimentos nutritivos, las cabezas del hogar optan por lo más barato para que sus hijos “tengan la panza llena” pero esto desencadena una ola de malos hábitos alimenticios que termina en desnutrición y también en obesidad.
A esto se le suma que al ir creciendo, el menor se acostumbra a la comida poco nutritiva y de adulto sigue con la misma dieta o suma otras más que empeoran su equilibrio nutrimental, de por sí precario, y es donde vienen las consecuencias de no contar con los nutrientes mínimos para llevar un estado de salud óptimo.
