A pesar de su temprana edad, siete años, Ale Hernández ya cuenta con un negocio que ella misma creó, con la ayuda da su mamá.
Nunca lo vio como trabajo o como algo tedioso, sino como un proceso divertido que, a pesar de su corta edad, la ayudó a crecer como persona y desarrollar habilidades que la potencializan en su futuro como mujer emprendedora.
Ella y su mamá son alumnas de Valeria Arellano, la joven celayense que creó el juego de mesa. Ambas expresaron, después de un diálogo con Valeria, que además de ordenar sus finanzas, también desarrollaron la habilidad de emprender.
Ale comenzó todo con un juego
Ale comenzó, después de jugar con un horno de plastilina, a buscar hacer galletas de verdad, las cuales vendían a través de redes sociales.
La niña comenzó vendiéndoles a sus familiares galletas de avena, rompope y brownies. Le puso a su negocio Lluvia de Azúcar.
Compraron una batidora a meses sin intereses para no descapitalizarse, y el negocio comenzó cuando fueron a una Expo de niños, organizada por una amiga de la mamá de Ale.
“Fui la que más vendió en la Expo. La empleada era mi prima de cuatro años, pero quería a su mamá. Ella iba a ofrecer las muestras de las galletas, y andaba llorando. Entonces yo di las muestras a los clientes.
“Les decía: Hola, ¿Gustan galletas de Lluvia de Azúcar? Y como era una niña, todos me querían comprar. Me sentía muy feliz, al principio, muy penosa, pero después con la confianza. También los niños querían comprar”, dijo.
También narró que padeció el rechazo de sus posibles clientes, que no le compraban, pero supo reponerse, lo cual la levantó anímicamente de nuevo.
Agregó que experimentó el sentimiento de la envidia cuando veía que otros niños vendían, pero ella siguió en su proyecto.
“Yo sentía tristeza, pero también quería más dinero. Pero sabía que al final yo también iba a tener clientes, y fui la que más vendió”, agregó.
Al final, dijo sentirse muy contenta en el proceso en que inició su negocio y de paso dio algunas recomendaciones para quienes quieren emprender un negocio.
Entre ellos, analizar su capital inicial, ahorrar mientras son empleados hasta que tengan para iniciar un negocio, definir un producto, mercado y forma de comercialización.
“Que analicen cuánto necesitan para iniciar el negocio, que ahorre dinero de lo que gana en su trabajo, hasta que pueda iniciar su negocio, que defina su producto, defina su mercado y dónde lo va a vender, y finalmente que lo hagan”, agregó.
Finalmente, dio una recomendación para hacer crecer el dinero: “Que no trabajes para el dinero, sino que el dinero trabaje para ti”.