Las elecciones legislativas en Estados Unidos suelen ser una madeja política compleja de desenredar por la lluvia de contiendas que se dirimen en las urnas.

Lo evidente es que se tratan de un referéndum para el presidente Joe Biden, que llega más cuestionado que nunca a la mitad de su mandato y que podría enfrentar un panorama aún más difícil de digerir si pierde el control del Senado y la Cámara de Representantes.

¿Qué se juega en estas Legislativas?

Los demócratas han controlado ambas cámaras en el Congreso desde que Biden asumió el poder en enero de 2021. Hoy, 8 de noviembre, eso podría cambiar. En estas midterms se eligen los 435 diputados de la Cámara de Representantes -elegidos por un periodo de dos años- y un tercio del Senado, 35 sillas del total de 100 que componen la Cámara Alta. Cada uno de los 50 Estados elige a dos senadores por un periodo de seis años.

La bancada progresista ha logrado mantener la mayoría en el Senado gracias a sus 48 representantes y los dos independientes que se alían con los azules, un empate que está en capacidad de deshacer la vicepresidenta Kamala Harris como presidenta de la Cámara. Eso podría romperse si los conservadores logran un representante más en estas Legislativas.

Según las encuestas en estas Legislativas los republicanos podrían hacerse con 55 de los 100 asientos, con Nevada y Georgia como las principales plazas para imponer sus candidatos.

En la Cámara de Representantes las opciones son más favorables para los demócratas, especialmente tras la decisión del Tribunal Supremo de derogar el derecho al aborto a nivel federal.

Se espera que en estas elecciones Legislativas mantengan la mayoría, aunque viendo su ventaja reducida. Actualmente cuentan con 220 escaños frente a los 212 de los republicanos.

Biden enfrenta la Legislativas con baja popularidad

Los niveles de popularidad del presidente de EEUU son bajos.

El 53% de los estadounidenses desaprueba su gestión, marcada por la inflación en niveles históricos y la agresiva actuación de la Reserva Federal para frenarla, lo que está empezando a crear un cuello de botella en el mercado inmobiliario y a golpear a muchas familias humildes y de clase media.

Si antes de las elecciones Biden ya tenía problemas para sacar adelante su agenda, la obstrucción e inoperancia desde Washington podría ser aún mayor con el Congreso en contra.

Los republicanos confían en imponer sus políticas sobre seguridad en la frontera, endureciendo las condiciones para millones de indocumentados, además de bloquear las leyes medioambientales que ha logrado poner en marcha Biden en su lucha contra el cambio climático.

Las implicaciones sobre multitud de programas sociales también podrían ser considerables.

De los 50 Estados del país, 36 eligen gobernador, un asunto casi tan importante como el Congreso por el poder ejecutivo a nivel estatal y las decisiones que pueden adoptar en materia financiera, migratoria o social, con asuntos candentes como la seguridad en los colegios, la sanidad o la lucha contra el calentamiento global.

En cinco Estados se celebrará un referéndum sobre el aborto, entre ellos California y Michigan. Además, hay alcaldías en juego como Los Ángeles, Washington o Charlotte y la elección de 35 fiscales generales -el equivalente a secretarios de justicia a nivel estatal- junto con 27 secretarios de Estados y 28 tesoreros.

Los estadounidenses no solo tendrán que elegir en las Legislativas gobernador, congresista, senador, alcalde o fiscal estatal. En las papeletas de cada Estado hay una cantidad importante de medidas y proposiciones sobre temas de calado como la crisis de los homeless, la legalidad de los cigarrillos eléctricos, la seguridad en la frontera, la tenencia de armas o la legalización de la marihuana, entre otros.

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