La empresa de expediciones OceanGate anunció que tras la implosión de Titán suspenderá sus actividades comerciales y de exploración sin dar más detalles.

Esta información la dio a conocer a través de su página web en donde sólo se podía leer “OceanGate ha suspendido todas las operaciones de exploración y comerciales.”

Varias veces la empresa fue advertida de que el vehículo podría sufrir problemas “catastróficos” de seguridad, según documentos judiciales que se dieron a conocer.

Las autoridades estadunidenses y canadienses investigan la causa de la implosión submarina de junio, en la que murieron las cinco personas millonarias que iban a bordo del Ocean Gate.

Según investigaciones, en el año 2018, David Lochridge, director de operaciones marítimas de OceanGate advirtió que la embarcación necesitaba más pruebas y que los pasajeros podrían verse en peligro cuando alcanzara “profundidades extremas”.

Tales afirmaciones le costaron el puesto en la empresa, por lo que demandó a Ocean Gate y la empresa lo contrademandado por romper pacto confidencial, pero Lochridge contrademando por despido injustificado. Todo termino en un arreglo privado.

También en el 2018, la empresa había recibió una advertencia procedente de la Marine Technology Society a la cual no le hicieron caso.

Uno de los pasajeros fallecidos era el director general de OceanGate, Stockton Rush quien rechazó todas las advertencias de seguridad en el proyecto, diciendo que estas “negaban la innovación” y que no eran viables. Tampoco la empresa quiso pagar por materiales adecuados para el mini submarino.

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