El municipio de León le impuso una multa a un ciudadano por maltrato animal, a un perrito. La persona infractora no solo tendrá que pagar más de 22 mil pesos, sino que será investigado por la Fiscalía.

En noviembre, el caso de un perrito muerto por asfixia causó conmoción entre los animalistas de León.

El can, que vivía en la colonia Agua Azul en León, Guanajuato vivía una vida de abusos y maltratos.

Sus dueños no solo lo mantenían amarrado en una azotea, sin techo y sin protección, sino que lo agredían.

Ese día, el perrito, intentando escapar del maltrato saltó desde el techo mientras tenía amarrada la soga a su cuello. Murió ahorcado.

Su cuerpo quedo exhibido colgando sobre el muro mientras los dueños se daban cuenta de lo que le había pasado a su perro.

Fue un grupo de rescatistas particulares quienes intervinieron para liberar el cuerpo del perrito y poner bajo su resguardo a otro perro que se encontraba en la misma azotea.

El sábado 27de noviembre, personal del Centro de Control y Bienestar Animal dio una visita a la casa de los dueños, pero no les abrieron la puerta, dieron a conocer en un comunicado publicado ese día.

Fijaron un citatorio en la puerta del domicilio para notificarles que habían sido llamados a una audiencia ante la Fiscalía debido a que las infracciones cometidas al Reglamento para la Protección a los Animales del Municipio de León pueden ser constitutivas de delito.

Justicia para el perrito

Derivado de la atención de autoridades del Municipio de León, se determinó una sanción económica por 22 mil 130.60 pesos a los responsables de la muerte del perro por infringir el Reglamento para la Protección a los Animales de la ciudad.

La Fiscalía acreditó que sí hubo infracciones al reglamento (al artículo 125 fracciones I, VI, XI y XXII).

Las infracciones que se acreditaron fueron las siguientes

Recluir animales en las azoteas u otro lugar donde no se puedan resguardar de las inclemencias del tiempo, así como tenerlos atados y les causen daños.

Mantener atado a un animal de manera permanente o cuando le cause sufrimiento.

No proporcionar al animal espacio suficiente y adecuado para su movilidad, desplazamiento y debida protección de acuerdo a las condiciones de cuidado de su especie.

Ejecutar en general cualquier acto de crueldad con los animales.

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