Como cada mañana, los vecinos de Ejido Corrales, en Reynosa, Tamaulipas, se disponían a trabajar en la parcela, hasta que se percataron de la presencia de seis cuerpos que fueron abandonados en ese lugar. De inmediato llamaron a los servicios de auxilio.
Cuando las autoridades llegaron al lugar de los hechos, elementos de la policía estatal establecieron un cerco de seguridad, mientras que los peritos criminólogos realizaron sus labores. Personal del Departamento de Servicios Periciales recolectó evidencias y el Servicio Médico Forense se encargó del levantamiento de los cuerpos de los hombres.
Los seis cadáveres presentaban el tiro de gracia y portaban chalecos antibalas del Cártel del Golfo (CDG). Los restos de estas personas fueron esparcidos en un radio de 50 metros. Todos presentaban el conocido como “tiro de gracia” en la cabeza.